
En las condiciones actuales es absurdo y tonto criticar a la gente porque usa el automóvil de manera continuada. ¿Que otra cosa podrían hacer, sino usarlo, los que viven a veinte, treinta o a sesenta kilómetros del lugar de trabajo y no tienen medios públicos a su disposición?
Si se quiere remediar esta situación no solo deben cambiarse o mejorarse los sistl auto; hay que cambiar también el modo de vida.
Las comunidades deberán vivir en centros construidos alrededor de los lugares de trabajo.
De tal manera, el uso del automóvil ya no será indispensable. En suma no basta con poner de lado el automóvil o limitar su uso. Es indispensable además una reorganización de toda la estructura social. Este será el medio más eficaz para contener la expansión del automóvil y sus perjuicios.