Los temblores de tierra, que a todos asustan, no son catástrofes, sino fenómenos necesarios. Aunque estos nos producen pánico a los habitantes de este planeta. sólo son movimientos de péndulo de equilibrio de nuestra esfera terrestre.
La tierra, pavimento o el suelo que pisamos se convierte de repente en un abismo que tiembla,. la gente abandona sus casas enloquecida. Se producen incendios. Aguas desbordadas arrasan la tierra. Se abren grietas en el suelo que tragan personas y vehículos.
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Estos fenómenos se generan por movimientos de la corteza terrestre.
Un 10% de temblores registrados se producen por derrumbes de cavidades subterráneas (temblores por derrumbe), y por actividad volcánica (temblores eruptivos) Todos los demás pueden atribuirse a movimientos de unas partes de la corteza (temblores tectónicos o por dislocación).
Los movimientos de las placas son imperceptibles, cuando dos placas intentan acomodarse en un mismo espacio chocan y su movimiento natural las lleva a desplazarse una debajo de la otra. Las zonas donde dos placas chocan y se desplazan reciben el nombre de fallas y acumulan energía procedente de dicha tensión tectónica.
Los temblores no son otra cosa que movimientos de reajuste de la corteza terrestre que alivian situaciones de tensión. que la equilibran. La tierra los necesita.
Para no entrar en tremendos brotes de angustia, se hacen simulacros para familiarizarnos un poco con este fenómeno. para saber que hacer antes, durante y después de un terremoto.
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